Bolsonaro anunció que los presos deberán pagar con trabajo los gastos de mantenerlos

El presidente electo, quiere cobrar la “estancia” en las cárceles. Una de las primeras medidas que Bolsonaro pretende hacer es una prueba de privatización con los presidios brasileños. La idea ya funciona en muchas cadenas en el extranjero, en que colocan al preso a trabajar para que no sea sólo una carga para quien paga impuestos. Todos los presidiarios aptos para ejercer actividades laborales, ejercen funciones para ayudar a pagar los costes con ellos mismos en la cadena.

A cambio del trabajo, cada cadena tiene un sistema diferente. Los presos pueden cambiar el trabajo por comida (además de la tradicional servida diariamente), productos de higiene personal, cigarrillos, etc. Es posible guardar cantidades para dejar la prisión, facilitando la vuelta al mercado de trabajo.

En China, por ejemplo, esta medida está teniendo éxito. Es claro que el trabajo de los presos recibe un pago menor que los de los demás chinos, pero también trabajan menos horas … ya que por allí una persona normal, en libertad, trabaja en promedio 12 horas al día. Hay muchos casos de chinos que mueren de tanto trabajo en fábricas.

Bolsonaro tiene también en su agenda otros modelos de privatización que han tenido éxito en el mundo, incluso, algunos como la de hospitales. Es una forma del gobierno para gastar lo mismo y ofrecer un servicio mejor a la población, pues tendría medios de cobro. Hoy la auto-fiscalización acaba no funcionando en la práctica y hasta los mejores hospitales federales están llenos de problemas.

El mismo sistema de gestión de las cadenas ya está siendo propuesta también en algunos países europeos, como es el caso de los Países Bajos.

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